El Banco ha establecido acuerdos sólidos de gobernanza interna, que incluyen una estructura organizativa clara con líneas de responsabilidad bien definidas, transparentes y consistentes, procesos efectivos para identificar, gestionar, monitorear y reportar los riesgos a los que está o podría estar expuesto, así como mecanismos de control adecuados - que incluyen procedimientos administrativos y contables sólidos, así como políticas y prácticas de remuneración - que son coherentes y promueven una gestión de riesgos sólida y eficaz.